Circulo de Hombres. Diciembre 2023. Barcelona.
Es un proyecto educativo y terapéutico donde busco acompañar desde el cariño y afecto procesos de transformación de hombres que quieran desaprender la manera tradicional en que nos han enseñado a ser varones para reconocer lo que somos más allá de este estereotipo patriarcal y volver a encontrarnos con nosotros mismos.
Una versión más plena de la masculinidad que contenga una sexualidad consciente/presente y no ansiosa, que integre una relación profunda y madura con las emociones, que recupere una relación integral con el cuerpo, que siembre relaciones desde el amor y que reincorpore nuestra dimensión espiritual.
A recuperar todas nuestras partes disociadas y perturbadas por el patriarcado para habitarlas desde un lugar más acorde a lo que en esencia somos, desarrollando todo nuestro potencial como seres humanos y como hombres, permitiéndonos vivir una vida más profunda con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Abandonamos el machismo y la violencia como modos de relacionarnos. El poder y el dominio son distorsiones de nuestra naturaleza afectiva y aparecen cuando no somos capaces de experimentarnos en armonía con nuestra totalidad y nuestra vulnerabilidad.
Me llamo Adriano Meschi Pizarro, me considero un curioso buscador de las verdades de la vida y de la mente humana, convencido de que la cura para los males del mundo tiene que ver con sanar nuestro interior y transitar el interminable proceso de volver a conocernos, destrabando todas esas limitaciones de nuestro carácter, que heredamos como un peso que la sociedad, la familia y el género ha puesto sobre nosotros impidiéndonos ser felices y auténticos.
Reconfigurándonos surge desde lo más profundo de mis entrañas, desde una inquietud personal que dialoga con un contexto colectivo: ¿qué significa ser hombre en nuestros tiempos? ¿Cómo transformar la masculinidad hacia una versión más positiva e integradora? Tras vivir una crisis personal en 2013 a propósito de estos cuestionamientos, comenzó a gestarse en mí una necesidad de reflexionar acerca de la vivencia masculina desde una perspectiva que saliera del juicio, el punitivismo y la culpa, y que, por el contrario, se generará desde un lugar amoroso, empático, emocional y profundo. Solo así nos podríamos transformar los hombres. Con la intuición de que faltaba esta perspectiva, me decidí a crear este proyecto y facilitar procesos de transformación de aquellos hombres que ya no se identifican con este modelo rígido de masculinidad que hemos heredado en la cultura patriarcal y que quieran reencontrarse consigo mismos y con su masculinidad.
Debido a un evento sumamente intenso (y yo diría traumático) que ocurrió el 2021 comencé a interesarme por el trabajo con el trauma y el sistema nervioso. Mi vida se había dado vuelta y conocí «la noche oscura del alma» durante un periodo extenso de tiempo, solo fueron estos enfoques modernos sobre el trauma los que me permitieron entenderme y transitar este duro proceso. Desde entonces he estado interesándome y estudiando enfoques terapéuticos que entienden la importancia de conocer como funciona nuestro sistema nervioso y cual es rol que juega este en la salud mental. Esto me ha permitido entenderme a un nivel que antes no sabía siquiera existía y acompañar a mis clientes (hombres y mujeres) de mejor forma.
Te invito a elegir la forma en que quieres comenzar este proceso de Reconfiguración ya sea para ti o para tu organización.
«Desde un enfoque muy humano, este taller entrega herramientas preciosas para mirarnos hacia adentro como hombres, y sanar desde adentro hacia afuera; trabajando a partir de las propias experiencias hacia un cambio de acciones y transformación colectiva. Además, el facilitador integra muy bien la dimensión corporal, velando por un cambio real y que no se queda solamente en lo teórico. Me inspiró mucho ver a todos los hombres que participaron, buscando mirarse y sanar desde dentro, para poder cambiar y sanar hacia afuera. Es un espacio precioso, y agradezco mucho haber podido participar de esto».
«Siempre pensé que tomaría terapia con una mujer y que no me sentiría cómodo con un hombre, pero la terapia con el Adriano me hizo sentir desde el principio muy cómodo, escuchado y comprendido. La terapia me abrió mucho la mente y me hizo darme cuenta de muchas cosas. Fui porque quería solucionar un tema con mi pareja pero terminé aprendiendo mucho sobre mí mismo. Lo recomiendo a toda persona que quiera realmente tener una terapia profunda que no se quede sólo en la superficie».
«Personalmente fue una muy bonita experiencia. Siempre me ha costado relacionarme con los hombres, siempre me sentí muy diferente y desadaptado a esa masculinidad hegemónica que nos imponen como la correcta, y con instancias como éstas me doy cuenta que somos muchos los hombres que vivimos nuestra masculinidad de infinitas maneras distintas. Quizás desde la teoría se puede saber o asumir que hay muchas masculinidades, pero confirmarlo desde la experiencia es muy distinto y enriquecedor, pesar de que haya sido un encuentro virtual, siento que pude conectar con todes. Lo recomiendo por lo lindo de la experiencia, siento que cada uno lo puede vivir de manera distinta, así que la invitación sería a estar abiertos, no tener muchas expectativas y a disfrutar de un espacio lleno de seguridad y amor».
“Estoy completamente agradecido del Taller, de la intención y enfoque que Adriano le ha dado hacia el cuerpo y las emociones en las relaciones de género y también agradecido de haberme atrevido a dar este primer paso dentro de un camino a veces oscuro y tortuoso pero que abre un mundo de posibilidades al liberar nuestras concepciones y permitirnos recorrer ese camino de descubrimiento y mejora, con cariño hacia uno mismo y hacia el resto”.
«Me costó encontrar un terapeuta con el que sintonizará, me decidí por Adriano porque me llamó mucho la atención la manera profunda en que hablaba sobre el proceso de transformación masculina y también su enfoque holístico del ser humano. Me atreví un tanto nervioso y la terapia me sorprendió mucho, me ayudó a conectar conmigo mismo cómo nunca lo había hecho, es una gran herramienta el trabajo con el cuerpo y las emociones, había estado en terapia antes con una psicoanalista pero sentí que me había quedado pegado en mi cabeza pensando mucho, con el Adriano fue distinto, me hizo recuperar la capacidad para sentirme y para conocerme».
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